Navegar en verano es una de las mejores formas de disfrutar del sol, la brisa, el silencio del mar… Pero para que la experiencia sea perfecta, todo tiene que estar bien preparado.

Antes de salir, revisa lo esencial: motor, batería, niveles y combustible (recomendamos llevar un 20% extra por si acaso). Comprueba que llevas el equipo de seguridad completo: chalecos, botiquín, extintor y balsa en buen estado. Y no olvides la radiobaliza: debe estar visible y operativa.

Aunque el plan sea improvisar, conviene trazar una ruta y avisar a alguien en tierra. Consulta el parte meteorológico y ten a mano el VHF en canal 16. La comunicación es parte de la seguridad.

El sol en el mar exige atención. Por ello, también hay que cuidarse usando protección solar, gorra, gafas y agua. Mucha agua. 

Y, por supuesto, respetar el entorno. No dejes residuos, evita productos contaminantes y navega con consideración hacia los demás.

El mar es libertad, pero también exige responsabilidad. Disfrútalo al máximo, con cabeza y corazón.