Capítulo V: R-evolución de los sensores
Si la llegada del GPS fue el cambio que marcó la diferencia en los años 80, el desarrollo técnico más significativo en los 90 fue la disponibilidad de sensores de movimiento de estado sólido, ligeros y robustos.
Los giróscopos y acelerómetros llegarían a ser fundamentales para muchas de las mejoras en la precisión y efectividad de los instrumentos de navegación durante las siguientes dos décadas.
Fue Graeme Winn en Sailmath quien aplicó por primera vez su potencial a la navegación después de su participación en el desafío Blue Arrow para la Copa América en 1988.
Esta experiencia constituyo la base de un nuevo sistema para la Copa América de 1995 el WTP.
La nueva característica de este sistema era la eliminación de los vectores de viento creados por el cabeceo y el balanceo del barco mediante el uso de sensores para medirlos; el viento resultante era mucho más estable y requería menos amortiguación. Unos años más tarde se añadió otro giróscopo de velocidad de guiñada al WTP y así proporcionaba la funcionalidad de información de compás giroestabilizada.
Al mismo tiempo se estaban produciendo continuos avances en la tecnología de sensores, en particular en la medición de dos de los cuatro puntos de datos fundamentales esenciales para cualquier barco de competición: la velocidad del barco y el rumbo (las otras dos son la velocidad y el ángulo del viento).
La medición del rumbo y el movimiento espacial de la embarcación ha seguido evolucionando con los avances en acelerómetros, sensores de rotación, sistemas de navegación inercial y, por supuesto, el GPS.
Estos nuevos sensores han permitido eliminar muchos de los errores dinámicos de los sistemas de instrumentos, los picos que se observan en la dirección y velocidad del viento durante las viradas y trasluchadas.
Esto permitió el cálculo de nuevas funciones de datos que se integraron completamente en el sistema.
Aún quedan problemas fundamentales por resolver, la corrección del gradiente vertical (wind share) o el de la deflexión vertical (upwash) siguen siendo en gran medida complicados de medir, y todavía no existe un sistema de visión de navegación en tiempo real a un precio accesible para cualquiera que no sea un equipo profesional muy bien financiado.
Mientras tanto los regatistas siguen confiando en B&G con sus sistemas avanzados: el H5000 Performance y el WTP3.
FUENTE: NAVICO
Si se perdió el cuarto capítulo, R-evolución de los equipos, puede consultarlo aquí.
El viernes 17, capítulo 6: Proa al futuro.